En medio de una crisis climática, también ocurren buenas noticias que brindan herramientas para idear soluciones. En este caso, la organización Raising Coral registró científicamente, por primera vez en Costa Rica, el desove de un coral que se encuentra en peligro de extinción. De hecho, esta misma especie ya está extinta en Florida, Estados Unidos.

El nombre del coral es Cuerno de Alce (Acropora palmata) debido a su forma. Esta especie es la principal formadora de arrecifes en el Caribe, esto quiere decir que brinda condiciones óptimas para que otros corales y especies marinas se acerquen a ella y así conformen un ecosistema.

Vale aclarar que no es la primera vez que el Cuerno de Alce desova en el país: la especie siempre ha estado aquí y en otros países del Caribe. Lo que sucede es que sí es la primera vez que se registra científicamente, lo cual permitirá a los investigadores conocer las fechas en las que esta especie realiza el desove y así comprender mejor los ecosistemas marinos.

Este registro se realizó en el Refugiado Nacional de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo y fue observado por los investigadores de Raising Coral mientras recogían fragmentos de coral para destinarlos a labores de restauración de arrecifes.

¿Cómo se registró el desove?

José Andrés Marín, biólogo de Raising Coral, fue el primero en observar y documentar este desove. Describió la experiencia como “algo surrealista”. Si bien sabía que durante agosto y setiembre podría ocurrir el desove —había conversado con colegas de otros países para tener más información al respecto—, no esperaba presenciarlo.  

Marín se encontraba en Gandoca-Manzanillo implementando un plan de contingencia debido al fenómeno de El Niño. Este plan se basa en seleccionar colonias de coral y llevarlas a lugares más profundos donde la temperatura no los afectará tanto. 

Cuando se encontraba fragmentando, notó una gran cantidad de puntos en el agua, por lo que les tomó fotos para analizarlas después. Y, al verlas, comprendió que esos puntos eran gametos.

Este descubrimiento hizo que cambiara el plan original, ya que ahora se trataba de registrar el desove. Marín comentó que, debido a que estos corales solo desovan entre dos y cinco días después de la luna llena, trabajar de noche fue complicado, sobre todo porque las temperaturas eran bajas y las condiciones de luz escasas.

Ahora el objetivo es hacer un calendario de desoves y así poder ampliar el conocimiento científico que se tiene del Cuerno de Alce.

Importancia científica

La relevancia de registrar un desove de coral radica en la escasez de oportunidades que hay para presenciarlos. “Los corales desovan una o dos veces al año y lo hacen en meses específicos. Eso implica que es un tanto difícil localizar el momento en el que el coral va a desovar”, señaló Marín.

En este sentido, este reporte científico abre la puerta para no solo comprender mejor la reproducción de la especie, sino también realizar reproducción sexual asistida en un laboratorio. Esto debido a que, al tener un calendario de desove, se pueden capturar los gametos.

Los corales tienen dos tipos de reproducción: asexual (por fragmentación) y sexual. La primera funciona extrayendo un trozo de un coral saludable y dejándolo que crezca en otro lugar. Esta es la que comúnmente se hace en Costa Rica a la hora de restaurar arrecifes, ya que aún no se cuenta con un calendario de desoves.

La segunda forma de reproducción es más curiosa, ya que ocurre entre una y dos veces al año por especie, además de que los desoves tienden a ocurrir en el mismo momento, como si estuvieran coordinados.

Durante la reproducción sexual del Cuerno de Alce, el cual es un organismo hermafrodita, ocurre una liberación masiva de gametos (espermatozoides y óvulos). El coral, a través de sus pólipos, libera un “paquete” que contiene gametos masculinos y femeninos. En vista de que cada colonia está formada por cientos de miles de gametos, se liberan enormes cantidades de paquetes al mar.

Estos paquetes suben a la superficie, donde se movilizan gracias al oleaje hasta que se rompen. Al romperse, se liberan los espermatozoides y óvulos para mezclarse con los que fueron liberados por otras colonias de la misma especie y, así, formar los cigotos (células que resultan de la unión de los gametos masculinos y femeninos).

Una vez que se forman los cigotos, se crea una pequeña larva que se mueve por el mar hasta encontrar un punto en el que decide asentarse, comúnmente lo hacen sobre los sustratos marinos. Esta larva hace una metamorfosis para convertirse en un pólipo de coral, el cual se va ir dividiendo y creciendo.

La reproducción sexual de los corales es sumamente importante para la variabilidad genética. Esto quiere decir que, al mezclarse los genes de distintos corales de la misma especie, estos pueden resultar más fuertes frente a enfermedades o los efectos del cambio climático. De esta manera, se evita la extinción y esa población en específico desarrolla adaptabilidad climática.

“Ahora que sabemos cuando desova, el otro año podemos ir no sólo a verlo sino también a recolectar gametos y mezclarlos en laboratorio para ayudar a aumentar el éxito de reproducción”, comentó Marín.

Esta es una práctica que se realiza en otros países, como Puerto Rico y República Dominicana, donde hacen uso de la reproducción sexual asistida para la restauración de arrecifes. Además, esta es una medida para la adaptación al cambio climático de los corales, ya que estos organismos son vitales para los ecosistemas marinos.

Rol de los corales 

Los corales son organismos sensibles a los efectos del cambio climático debido a que, con el aumento de la temperatura, se blanquean y se debilitan por la pérdida del alga con la que viven en simbiosis. Sin corales, las especies marinas no tendrían  hábitat y sus poblaciones se verían reducidas.

Asimismo, los corales capturan dióxido de carbono y lo fijan en sus esqueletos, esto los convierte en reservas permanentes de carbono. Por otro lado, los arrecifes de coral protegen las costas, ya que disminuyen el impacto de las olas y las tormentas, reduciendo así la erosión. 

Es aquí donde el coral Cuerno de Alce y su reproducción toman importancia, ya que esta es una especie pionera. Esto significa que es la principal formadora de arrecifes de coral, debido a que atrae más especies coralinas para crear un ecosistema marino y, con ello, un hábitat para otras especies marinas como peces y crustáceos, entre otros.

Entonces, tomando en cuenta que los corales son los ecosistemas más vulnerables a la temperatura y, al mismo tiempo, son los que ofrecen más servicios ecosistémicos para hacer frente al cambio climático, cuidar estas especies pioneras es esencial para que se formen arrecifes.

Recientes

Busqueda

Seleccione un autor
Suscríbase a nuestro boletín!
Únase a nuestro boletín informativo para obtener las noticias y actualizaciones más recientes de Ojo al Clima.